Hace unos diez años, un huésped que había venido a París a buscar trabajo se quedó en el Village. Se sentía tan cómodo que decidió no irse. Pero como alojarse en el hostel por más de una semana no era posible, el huésped, durante tres meses, volvió todas las semanas! Al final, encontró un trabajo y se fue de la capital, pero todavía nos envía regularmente postales. ¡Y cuando pasa por París, no hace falta decir dónde quiere quedarse!
€